Conservar es un deber de todos.

El agua de nuestro planeta se distribuye de la siguiente manera: el 97,5% es agua salada que se encuentra en mares y océanos, y el 2,5% es agua dulce que se encuentra en glaciares, ríos, lagos y embalses, y sólo el 0,3% está disponible para el uso humano. Según estudios recientes, con las condiciones actuales de consumo y mal uso del agua y si se mantienen las condiciones actuales de gestión de los recursos hídricos, sólo una cuarta parte de la humanidad tendrá agua para sus necesidades en 2050. Además de ser indispensable para la supervivencia de los seres vivos en nuestro planeta, el agua es una de las principales materias primas utilizadas en el proceso de fabricación de chapas, actuando a gran escala en las etapas de limpieza, pulido y lavado de las piezas chapadas después de los procesos galvánicos, donde las piezas reciben el baño.

Es importante destacar que tras el uso del agua en la fabricación de piezas enchapadas, ésta deja de ser apta para su uso y se convierte en un residuo tóxico, llamado efluente, que no puede ser eliminado en el sistema de alcantarillado público.

Ante este escenario y preocupado por la situación del medio ambiente, el FC Joias, basándose en sus principios de responsabilidad social, no escatima esfuerzos para preservar el medio ambiente y tiene, en su unidad de fabricación de chapas. Una Estación de Tratamiento de Efluentes (ETE) responsable de la descontaminación de todas las aguas utilizadas en los procesos mencionados anteriormente, obedeciendo a los estrictos criterios y parámetros de la legislación ambiental vigente en nuestro país. Gracias a este sistema, podemos decir con orgullo que no vertemos ninguna gota de agua con residuos tóxicos en nuestros ríos.

La búsqueda de la mejora continua forma parte de nuestra rutina diaria, tanto en lo que respecta al desarrollo de nuevos productos, servicios y todo lo que ustedes, nuestros socios, han visto durante nuestra relación, como en lo que respecta a las nuevas tecnologías de proceso. Por ello, le presentamos a continuación dos sistemas de tratamiento de efluentes adoptados en nuestra empresa para que nos conozca un poco más:

Sistema de tratamiento de efluentes.

El efluente generado durante el proceso de tratamiento superficial de piezas por galvanoplastia, genera efluentes ácidos, alcalinos, cianídricos, que contienen metales pesados y para que este efluente vuelva al medio ambiente, es necesario que esté en las normas establecidas por los organismos ambientales. De este modo, el efluente cianídrico se trata con hipoclorito de sodio a un pH de 11,5 a 12,8, donde los cianuros (CN-1) se oxidan a cianuros (CNO-1), lo que ocurrirá con el consumo de oxígeno unido al anión oxidante hipoclorito (ClO-1), que es 1000 veces menos tóxico.

Después de esta etapa, el pH se reduce con ácido clorhídrico, hasta 8,0 - 9,5 para que los cianuros se oxiden a dióxido de carbono (CO2) y nitrógeno (N2). Tras este proceso, se añaden polímeros en los que los metales se precipitan en forma de hidróxidos.

El precipitado, un residuo pastoso conocido como lodo galvánico, se deshidrata en un filtro-prensa y la torta obtenida se coloca en bidones para su eliminación en empresas certificadas.

El tratamiento del efluente produce agua dentro de los parámetros exigidos por los organismos de control ambiental, utilizada para el lavado de suelos, cajas de descarga u otras actividades que no implican el consumo humano o, devuelta a la red de alcantarillado urbano.

Sistema de intercambio de iones.

Con el uso de este sistema, toda el agua utilizada en parte del proceso de baño de las piezas enchapadas es purificada, haciéndola apta para el uso industrial, reduciendo el consumo de agua y consecuentemente la cantidad de productos químicos necesarios para el tratamiento del residuo.